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2022: UN AÑO PARA LA REFLEXIÓN

El Ministerio de Interior ha presentado los datos consolidados sobre siniestrabilidad vial en 2021 en Toledo. Datos que arrojan cifras esperanzadoras comparándolas con las del 2019, año de referencia estadístico pre-pandémico. Según estos datos, 2021 finalizó con 1.553 fallecidos y otros 7784 heridos graves. Cifras que suponen 222 fallecidos (-13%) y 829 heridos graves (-10%), convirtiendo a 2021 en el año con menor número de fallecidos y heridos graves desde la existencia de registros estadísticos.

Si trasladamos estos datos al País Vasco diremos que en 2021 terminó con 42 personas fallecidas y 417 heridos graves, lo que suponen un 17.5% menos de fallecidos (51) y un 7.3% menos (450) de heridos graves (450) frente al 2019.

Estos registros proporcionan una tasa de mortalidad de 32 fallecidos por millón de habitantes una de las más bajas de la Unión Europea en 2021, y por delante de países con gran tradición en seguridad vial como Finlandia (40), Austria (40), Bélgica (43), o Francia (45). La tasa media de la Unión Europea se sitúa en 44 fallecidos.

Sin embargo, este verano la siniestrabilidad nos ha colocado en niveles pre-pandémicos, superando las cifras del verano del 2019 (año anterior al Covid), lo cual es una mala noticia para la Seguridad Vial.

Acorde a los datos del Ministerio en septiembre del presente año, este verano han fallecido 225 personas en los 221 accidentes acontecidos en carretera, lo que supone 10 fallecidos más que en idéntico periodo de 2019. Recordemos que este verano, el primero sin restricciones, se han incrementado el número de desplazamientos de largo recorrido (considerado así los superiores a 50 km) en un 2,4% (93,4 millones de viajes de este tipo) y, sin embargo, el incremento porcentual en cuanto a víctimas fue superior al de desplazamientos (+ 4,65%).

Más muertes y no solo en verano. Las cifras de este verano no han hecho más que confirmar una tendencia que se estaba percibiendo durante todo el 2022.Desde enero de este año y hasta septiembre han fallecido 753 personas, un 6% más que en 2019.

Destacamos dos datos importantes a analizar:

– El primero, los escenarios más proclives a los accidentes son las carreteras secundarias. No solo siguen siendo las que acumulan la mayoría de los siniestros (3 de cada 4 y 173 fallecidos de los 225 este verano) sino que han incrementado su peligrosidad (52 fallecidos, 13 más que en 2019). Hecho que hace revivir la polémica norma de la eliminación del margen de 20 km. por hora más para adelantar. Cierto es que la mayoría fueron por salidas de vía llegando al 40%, mientras que el 23% se debieron a colisiones frontales.

– El segundo dato a analizar es el de los usuarios vulnerables (peatones, vehículos de movilidad personal, ciclistas) y motoristas, ya que han sido objeto de las peores cifras. Nada menos que 41% de víctimas mortales. Porcentaje que baja respecto años anteriores pero por encima del umbral del 40% que se cruzó en 2019.

Analizando estos datos, en general, podemos observar una mejora en los mismos. No obstante, no debe haber lugar para el conformismo ni la relajación. La implantación de las nuevas normas, ya han demostrado su eficacia en otros países. Normas como la anulación de margen de 20 Km/h para adelantar en carreteras convencionales, límite de 30 km/h en vías urbanas y la inclusión de nuevas formas de movilidad en el tráfico diario.

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