La Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de Antimicrobianos se celebra del 18 al 24 de noviembre, bajo el lema “Prevengamos juntos la resistencia a los antimicrobianos”.
El Dr. Javier de la Fuente, responsable del Comité de Infecciones de Mutualia, nos explica las consecuencias de un uso indebido de medicamentos y sus principales consecuencias.
¿Cómo se produce la resistencia a los antibióticos y cuáles son sus consecuencias?
Los antibióticos son medicamentos utilizados para prevenir y tratar las infecciones bacterianas. La resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias mutan en respuesta al uso de estos fármacos. Son las bacterias, y no los seres humanos ni los animales, las que se vuelven resistentes a los antibióticos. Estas bacterias farmacorresistentes pueden causar infecciones en el ser humano y en los animales y esas infecciones son más difíciles de tratar que las no resistentes.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de “uso incorrecto de los medicamentos”?
Más de la mitad de los medicamentos se prescriben, dispensan o venden de forma inapropiada, y la mitad de los pacientes no los toman correctamente, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este uso incorrecto puede adoptar la forma de una utilización excesiva, insuficiente o indebida de medicamentos de venta con o sin receta.
¿Sigue en aumento la resistencia a los antibióticos, pudiendo llegar a ser ineficaces?
En 2020 la OMS modificó el slogan «Antibióticos: manejar con cuidado», a «Antimicrobianos: manejar con cuidado» para reflejar el alcance cada vez mayor de las infecciones resistentes a los medicamentos producidas por otros microorganismos como virus, hongos o protozoos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la resistencia a los antibióticos aumenta a niveles peligrosamente altos en todas las regiones a medida que surgen y se propagan a nivel mundial nuevos mecanismos de resistencia. Con unos antibióticos cada vez menos eficaces, cada vez resulta más difícil, y en algunos casos hasta imposible, tratar a los pacientes incluso para enfermedades infecciosas comunes como la neumonía.
¿Cuál es el impacto y el coste de este uso indebido?
Los costes del cuidado del paciente también están aumentando, ya que los antibióticos de primera línea se están sustituyendo por medicamentos más caros. Una mayor duración de la enfermedad y del tratamiento, con frecuencia en el entorno hospitalario, aumenta los costes sanitarios, así como la carga económica para los pacientes y la sociedad.
Sin embargo, el verdadero coste de la resistencia a los antibióticos se mide en vidas y tasas de infección. Así, el informe Review on Antimicrobial Resistance estima que, a menos que se tomen medidas, la carga mundial de muertes por resistencia a los antibióticos podría aumentar a 10 millones de vidas al año para el año 2050, lo que lo hace más letal que el cáncer y con un coste económico global acumulativo de 100 mil millones de dólares.
¿Cuáles son los patógenos más resistentes?
Por ejemplo, entre los patógenos resistentes a antibióticos, uno de los más importantes es la Klebsiella pneumoniae. Representa aproximadamente un tercio de todas las infecciones gramnegativas, incluidas las infecciones de las vías urinarias, la cistitis, la neumonía, las infecciones de heridas quirúrgicas, la endocarditis y la sepsis.
La bacteria Staphylococcus aureus forma parte de nuestra flora cutánea y también es una causa común de infecciones tanto en la comunidad como en los centros sanitarios. Las personas con infecciones por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) tienen un 64% más de probabilidades de morir que las personas con infecciones sensibles a los medicamentos.
¿Existen directrices sobre duración y dosis de un tratamiento con antibiótico?
Está surgiendo evidencia de que los ciclos más cortos de antibióticos pueden ser tan efectivos como los ciclos más largos para algunas infecciones. Los tratamientos más cortos tienen más sentido: es más probable que se completen correctamente, tengan menos efectos secundarios y también que sean más baratos. También reducen la exposición de las bacterias a los antibióticos, reduciendo así la velocidad a la que el patógeno desarrolla resistencia.
La OMS publica directrices sobre tratamientos para diferentes infecciones y recomienda duraciones de tratamiento y dosis de antibióticos basadas en la mejor evidencia clínica para cada caso. Se revisan continuamente las últimas investigaciones para poder proporcionar recomendaciones actualizadas a los profesionales de la salud dado que entre los problemas que suelen contribuir a una utilización indebida de los medicamentos, la OMS menciona la polifarmacia (consumo de demasiados medicamentos); el uso excesivo de antibióticos e inyecciones; la prescripción no ajustada a las directrices clínicas; y la automedicación inapropiada.

Dr. Javier de la Fuente
Responsable del Comité de Infecciones de Mutualia
