Estabilidad emocional y satisfacción
Entre nosotros siempre ha habido mucha pasión por el atletismo. Cada vez más. Y la Federación Vasca programa muchas actividades y competiciones a lo largo de cada año. Su extenso calendario de 2018 arrancó con el Campeonato de Euskadi de pruebas combinadas, para seguir con esos cross internacionales tan espectaculares y con el Campeonato de Euskadi de Marcha. Hasta finales de este año habrá decenas y decenas de competiciones, en las distintas modalidades, con nuestros muchos representantes esforzándose por lograr los mejores resultados. Desde esta sección de la Unión de Federaciones Vascas-Euskal Kirol Federazioen Batasuna, seguimos con los contenidos que descubren los beneficios de cada deporte ya sea en condición de amateur o profesional. En este caso del atletismo, cuya actividad previene la obesidad y la diabetes, mejora los niveles de colesterol, la respiración y el estado de ánimo, aumenta la masa muscular y la confianza, y otorga una agradable estabilidad emocional. El atletismo es un deporte que engloba muchas disciplinas reunidas en carreras, lanzamientos, saltos, pruebas combinadas o marchas. Todas estas se caracterizan, además, por dedicar un importante ejercicio aeróbico. El movimiento del cuerpo aporta beneficios directos sobre el estado físico de cada persona. Y es que para mantener el cuerpo en óptimo estado es más que necesario llevar a cabo diariamente una dosis mínima de ejercicio físico. Por eso, siempre recalcamos desde estas líneas que el sedentarismo es uno de los peores enemigos de la salud física. Y, por el contrario, el atletismo puede ser uno de los principales aliados. Está demostrado.
Insistimos en que toda actividad física es beneficiosa para incrementar el estado de salud de nuestros cuerpos. Los ejercicios aeróbicos son los que han mostrado una mayor relación con estas ventajas físicas. Y el atletismo es uno de los deportes que aporta satisfacciones a nuestro cuerpo. Vamos con algunas de ellas. Practicar cualquiera de las modalidades de atletismo potencia el uso de los ácidos grasos como substrato energético para la práctica de un determinado nivel de esfuerzo físico. Así, permite ahorrar glucógeno muscular e incrementa la actividad metabólica general, tanto cuando se hace la actividad como durante las horas, e incluso días, posteriores al esfuerzo. Dedicarse al atletismo se traduce en un gasto energético del cuerpo, por lo que permite que una persona adelgace y prevenga la obesidad. También, cuando practicamos alguna actividad atlética, el cuerpo incrementa la sensibilidad a la insulina. Los niveles de estas hormonas en el plasma disminuyen y se prolonga la supervivencia del páncreas endocrino. Por eso, el atletismo es una de las mejores prácticas para prevenir la diabetes mellitus -presencia de concentraciones elevadas de glucosa en la sangre de manera persistente- y combatir los efectos de esta enfermedad. Por otro lado, también mejora los niveles de colesterol, siendo uno de los deportes que más ventajas aporta a la regulación de los niveles de colesterol y de triglicéridos en la sangre. Los efectos sobre nuestro sistema cardiovascular provocan un gran beneficio del atletismo sobre la salud. Su práctica, es un hecho, mejora el rendimiento del corazón al reducir las necesidades energéticas para un determinado nivel de esfuerzo. La frecuencia cardíaca y la presión arterial experimentan un incremento más suave, y asciende el valor del gasto cardíaco máximo, sin subir la frecuencia cardíaca por encima de los valores normales en las condiciones de sedentarismo. Por este motivo, el atletismo mejora el funcionamiento cardiovascular y previene el desarrollo de enfermedades. Y contribuye al control de la presión arterial en reposo y durante el esfuerzo en deportistas con diversos grados de hipertensión arterial. Son muchas, como se observa, las ventajas del atletismo, por lo que en el siguiente número seguiremos con ellas.
