
La Federación Vasca de Automovilismo es una de las que programan mayor actividad durante casi todos los fines de semana. Tiene un intenso calendario en sus distintas modalidades con los rallysprint, los rallyes de montaña, slalom y SportRallyes. Hasta 34 pruebas se desarrollan en un calendario bien distribuido. Por eso, desde esta sección de la Unión de Federaciones Deportivas Vascas, queremos reconocer la labor de un organismo que reúne mucha participación de las y los pilotos y de un público fiel. Este deporte tiene mucho tirón y se vuelca a la hora de organizar las diferentes pruebas, siempre involucrado en el tema de la seguridad. Nunca se empiezan las carreras sin que el público esté bien colocado y las y los pilotos a punto, con todas las medidas de seguridad internas. El presidente de la Federación, Ángel Gurrutxaga, ha sido incluido también en la nueva directiva tras la reelección de Javier Zuriarrain en la presidencia de la Unión de Federaciones Deportivas Vascas.
Aunque el automovilismo pueda parecer, en un principio, una actividad de las consideradas sedentarias en muchos aspectos, es uno de los deportes que requiere de mayor entrenamiento físico y mental para afrontar el desgaste que demanda esta especialidad. Durante una carrera profesional de automovilismo, la persona que pilota debe de estar muy preparada para soportar la deshidratación extrema que produce el calor de la cabina, en la cual se pueden perder varios kilos en una sola prueba. Otro aspecto por el que debe prepararse físicamente es para evitar los temidos accidentes. Por ello, las y los automovilistas profesionales siguen un programa de entrenamiento intenso que abarca ejercicios de fuerza, velocidad, resistencia y flexibilidad. Entre las actividades físicas más recomendables para los pilotos se encuentran la natación, andar en bicicleta y el atletismo. Paralelamente a la preparación física, las y los pilotos de automovilismo deben entrenarse con sistemas de mental fitness para cuidar aspectos importantes y relevantes como son la atención y la capacidad de reacción. En el caso del automovilismo, como cualquier otra disciplina que se asuma como deporte y se quiera llevar al máximo nivel, también existen sacrificios como el tiempo y el dinero. Y es que el automovilismo, a diferencia de otras modalidades, requiere como equipo deportivo una herramienta que cuesta mucho más que unas zapatillas, unas botas de fútbol, equipajes, stick, una pelota, raquetas o palas… o incluso una bicicleta. Y es que requiere un mantenimiento permanente como es el de un automóvil de carreras. A su vez, para conducir un automóvil de este tipo hay que cubrir muchos costes, entre ellos el personal técnico especializado, herramientas, neumáticos, aceite, gasolina, transporte para equipo humano y de competición, entre otros como los gastos de las inscripciones, seguros y licencias. La Federación es consciente del hecho de que el automovilismo es ahora un deporte mucho menos peligroso que antes.
El deporte ha ido evolucionando mucho, y con él la eficacia de todos los dispositivos mecánicos y electrónicos instalados en los coches para la protección de quien pilota. Pero aún hay mucho que depende de la propia persona y, por eso, para iniciar una carrera en el mundo del automovilismo hay que hacerlo con las máxima preparación y seguridad.

