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Carreras de montaña

El esfuerzo por superar retos

Las carreras de montaña están de moda. De un tiempo a esta parte proliferan este tipo de desafíos en pruebas tan exigentes y, cada vez, hay más personas que se lanzan a superar estos retos. Son muchos los corredores que se inician últimamente en las carreras de montaña, que están experimentando un imparable avance tanto en el número de competiciones como en el aumento de la afición por esta dura modalidad. Las carreras de montaña proporcionan un alto nivel de felicidad y satisfacción.

Una de las ventajas de participar en las denominadas ‘trail runnig’ es que fortalece de manera considerable la musculatura. Y es que corriendo por las distintas montañas nuestras piernas y nuestros pies trabajan de una manera bastante más intensa que si corremos por asfalto. La combinación de terrenos y los desniveles obligan a que el tren inferior se ajuste a diferentes situaciones, de tal modo que los músculos y los tendones trabajan conjuntamente para aumentar la resistencia. El corazón, con este ejercicio, bombea a su máxima capacidad, se reduce la presión arterial y se limpia el aire residual de los pulmones. Además, esta modalidad ayuda a controlar el peso, mejora la coordinación de movimiento entre ojos, manos y pies, y mejora el sentido del equilibrio al correr por terrenos irregulares. Los fuertes desniveles ayudan a reforzar las piernas, así como también a entrenar la técnica de carrera, tanto de subida como de bajada. La sinuosidad y variedad de los terrenos que se encuentran en cada carrera obligan a ir rompiendo continuamente los ritmos, variándolos, e invitando a nuestro cuerpo a lograr una recuperación más rápida. Se consigue disminuir las pulsaciones en reposo. Hay que estar siempre muy atentos porque nos enfrentamos a irregularidades como baches, piedras, ramas o desniveles que permanecen ocultos en el camino.

El calentamiento en este tipo de competiciones es más intenso a la hora de prepararse para la montaña, ya que el nivel de exigencia es muy alto. Eso sí, quien se acaba de recuperar recientemente de una lesión es mejor que no se decante por este tipo de superficies inclinadas, porque podría recaer. Una de las consecuencias gratificantes es que las carreras de montaña nos ponen en contacto con la naturaleza. Al correr por el monte experimentamos unas sensaciones muy sugerentes que en la ciudad no se llegan a obtener. Se produce una gran sensación de libertad al estar solo los participantes y estar en contacto con la naturaleza. Este tipo de actividad también nos estimula psicológicamente. Los beneficios psicológicos de hacer estas carreras de fondo por la montaña son numerosos según los estudios realizados, además de los viajes de la mente de los que disfrutamos cada vez que hacemos deporte en este terreno. Mientras corremos se alivian las tensiones, e incluso se encuentran soluciones a temas sin resolver. Otro de los beneficios es social, porque ampliamos nuestro abanico de amigos y amigas. Cualquier carrera es una oportunidad para conocer personas con las que compartir nuestra afición. Hacemos así buenos amigos en las pruebas, superando momentos difíciles, y hasta nos apuntamos después con ellos a nuevos retos y otras ‘trails’. También conocemos lugares nuevos que nunca hubiéramos descubierto si no se participa en determinadas carreras, que las hay cada vez más. Viajar a las muchas pruebas y conocer nuevas montañas y lugares son unas de las grandes motivaciones que nos atraen a practicar este deporte.

Aunque correr en montaña resulte beneficioso para el cuerpo, como hemos dicho anteriormente, también hay que subrayar que, en ocasiones, un exceso de confianza y de falta de preparación puede resultar caro. Éstas exigen un nivel de esfuerzo alto y, antes de salir a correr, es conveniente estar lo suficientemente preparado para soportar una serie de factores. Y es que las carreras de montaña no están pensadas para los principiantes en el running. Sobre todo, porque quizás algunos desconozcan sus límites y hay que estar muy informados sobre las técnicas adecuadas y circunstancias para correr en este tipo de terrenos. La mayoría de las carreras que se realizan de ‘trail’ suelen ser de bastantes kilómetros y resultan de gran ayuda para aquellos que quieran ganar en resistencia. No hay que cometer el error de pensar que se podría realizar el mismo tiempo en una carrera de asfalto respecto a otra de montaña con la misma distancia. La dureza es diferente y en cuanto a los ritmos cuesta mucho coger una velocidad estable.

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