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Ciudad a 30, ciudad segura

En estos momentos estamos viviendo una auténtica revolución en nuestras ciudades. ¿Por qué? Porque se juegan un futuro mejor en el terreno de la movilidad.  

foto limite 30 kilometros
Foto de Francesco Ungaro en Pexels

Por ello la DGT con sus cambios normativos quiere acompañar y favorecer a todos los ayuntamientos que apuestan por una movilidad más segura, eficiente y amable en sus municipios, aplicando una política vial más humana.  

Razones para el 30. Un estudio de la OMS (Organización Mundial de la Salud) de 2011 sobre atropellos y velocidad estableció que el riesgo de morir por atropello a 30 km por hora se reduce como mínimo 5 veces respecto a 50 km por hora, y asegura la supervivencia en la mayoría de los casos. Además según el ITF (Foro Internacional de Transporte) los datos respaldan la regla general de que al aumentar el 1% de la velocidad media resulta un aumento aproximado del 2% en accidentes con víctimas, 3% en accidentes con heridos y un 4 % en accidentes con víctimas mortales. Y un dato importantísimo, la ITF destaca también que a 30 km por hora la distancia de detención es en torno a 14 metros mientras que a 50 kilómetros por hora se incrementa hasta los 30 metros, más del doble.  

Otros datos a considerar: La AEMA (Agencia Europea del Medio Ambiente) explica que el efecto inmediato de los límites de velocidad en la calidad del aire depende de las circunstancias específicas como ​del estado de los vehículos y los estilos de conducción. 

Pero lo más importante es que la desaceleración del tráfico urbano tiene efectos más amplios como son, por supuesto, mejora la seguridad vial, reducción del ruido, visión más atractiva de los VMP (Vehículos de Movilidad Personal) y bicicletas.  

¿Más atascos? contrariamente a lo que se piensa, bajar el límite de velocidad no supone un aumento en los atascos, se produce un flujo de circulación más lento, pero más continuo. 

En Londres la implantación de zonas a 20 mph (millas por hora, unos 32 km por hora) produjo un descenso de las intensidades del tráfico del 15%. Pero sin ir tan lejos, tenemos el ejemplo significativo de Pontevedra, entre 1996 y 2014 se redujo el tráfico un 30% en la ciudad y hasta un 70% en el centro. Pontevedra o ciudad sin muertes, como se la conoce, registró el último fallecido en el año 2011, un atropello. La ciudad se convirtió en zona 30 en 2012. Un dato significativo ¿verdad?  

Por lo tanto, el límite de 30 km por hora no es arbitrario, responde a factores ambientales y de salud pública, como son la reducción de la contaminación ambiental y acústica, y sobre todo la reducción de la mortalidad en caso de accidente, ya que es incuestionable la relación velocidad-gravedad del accidente.  

Por todo ello, nuestras ciudades se convertirán en espacios más saludables, seguros y atractivos: Bienvenidas zonas 30. 

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