
El sol es necesario para la síntesis de la vitamina D, favorece la circulación sanguínea y mejora algunas enfermedades de la piel. Eso por no hablar de su indudable relación con el estado de ánimo merced al estímulo de generación de neurotransmisores.
Sin embargo, también produce unos efectos negativos si su exposición es intensa (quemaduras de la piel y lesiones oculares) o crónica (envejecimiento, manchas y lesiones cutáneas y el cáncer de piel).
Por ello, debemos ser prudentes en nuestra exposición a los rayos de sol y las lámparas de Rayos UVA están totalmente desaconsejadas en la población general.
Para protegerse del exceso de sol, el ser humano produce melanina, una sustancia que impide que las radiaciones solares más perjudiciales penetren en la piel y que otorga el clásico color moreno a la piel.
La producción de melanina es máxima en las personas de raza negra y mínima en personas de raza blanca,habiendo un amplio espectro de tonalidades (y sensibilidades) en función de la genética y la exposición de cada individuo.
Tipos de radiaciones solares
La luz solar se descompone al llegar a la superficie terrestre en distintos tipos de radiaciones que según su longitud de onda, se clasifican en: las radiaciones ultravioletas, las radiaciones visibles y los rayos infrarrojos.
A su vez, las radiaciones ultravioletas pueden ser UVC, UVB o UVA. Los rayos UVC tienen la longitud de onda más corta y son los que tienen más capacidad de producir quemaduras. Los rayos UVB, penetran en la epidermis y estimulan a los melanocitos (las células de la piel que producen la melanina).
Los rayos UVA son los más penetrantes en la piel y son los causantes del envejecimiento de la piel y del melanoma (cáncer de piel)
Factores geográficos
Cuanta más alta es la zona geográfica donde estamos, más intensa es la exposición.
La estación, el momento del día y la latitud de la zona geográfica influyen sobre cómo inciden los rayos, al igual que el clima, ya que la lluvia y las nubes absorben parte de las radiaciones. También influye el tipo de superficie terrestre, ya que la nieve refleja hasta el 85% de los rayos, y la arena seca hasta el 17%.
Como protegerse del sol.
Aunque resulte evidente, las prendas de vestir (preferiblemente de color claro y de fibra natural) y el uso de sombreros o gorras y, en las zonas de piel expuestas, son el método más sencillo e inocuo de protección solar.
Si nuestra piel ha de estar expuesta, lo razonable es que tratemos de protegerla mediante la utilización de cremas de protección solar.
Las cremas de protección solar contienen sustancias que actúan como filtros solares, reduciendo la cantidad de rayos que penetran en la piel, evitando las quemaduras y los cambios degenerativos de la piel
Tipos de filtros solares.
Filtros físicos: son sustancias impermeables a la radiación solar, que crean una pantalla en las zonas donde se ha aplicado y refleja la luz. Impiden el paso de los tres tipos de radiaciones: rayos ultravioleta, visibles e infrarrojos. Los más utilizados son: el óxido de zinc, el dióxido de titanio y la mica.
Filtros químicos: absorben la radiación solar ultravioleta. Algunos de los utilizados son el PABA (ácido para-amino benzoico), el ácido cinámico, el ácido sulfónico, el alcanfor, la benzofenona y el dibenzoilmetano. Filtros químicos: absorben la radiación solar ultravioleta. Algunos de los utilizados son el PABA (ácido para-amino benzoico), el ácido cinámico, el ácido sulfónico, el alcanfor, la benzofenona y el dibenzoilmetano.
Para cuantificar la capacidad de filtro de las cremas de protección solar, se utiliza el denominado Factor de Protección Solar, que mide cuántas veces más se puede estar expuesto al sol para producir el mismo enrojecimiento o eritema que si no se hubiera utilizado la crema de protección solar.
| FILTROS DE PROTECCION SOLAR | |
| BAJO | 2-4-6 |
| MEDIO | 8-10-12 |
| ALTO | 15-20-25 |
| MUY ALTO | 30-40-50 |
| ULTRA | 50+ |
¿Cómo deben utilizarse las cremas de protección solar?
Para conseguir el máximo efecto de las cremas de protección solar es necesario:
- Elegir la crema y el índice de protección solar adecuado al tipo de piel.
- Aplicar la crema antes de ir a la playa o la piscina, y como mínimo 30 minutos antes de exponerse al sol y extender la crema sobre la piel bien seca, aplicando una capa abundante de crema, asegurándose que se ha extendido por toda la piel sin dejar zonas sin protección.
- Al inicio del verano, deben de utilizarse cremas con mayor índice de protección solar al principio, reduciéndolo a medida que se pone morena la piel.
- No pulverizar la piel con agua ni perfumes o colonias.
- Utilizar protección solar aunque esté nublado, ya que los rayos UVA atraviesan las nubes y evitar la exposición al sol entre las 11 y las 15 horas (horario de máxima radiación ultravioleta).
- Proteger la cabeza con una gorra; los ojos con gafas adecuadas, y los labios con protector labial.
- Beber agua o líquidos sin alcohol para evitar la deshidratación.
Si está tomando alguna medicación, debe comprobarse si esta es fotosensibilizante, en cuyo caso debería evitar tomar el sol.
