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El 18 de Noviembre se celebra el DÍA EUROPEO PARA EL USO PRUDENTE DE LOS ANTIBIÓTICOS

Los antibióticos son medicamentos utilizados para prevenir y tratar las infecciones bacterianas. La resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias resisten los efectos de estos medicamentos y puede producirse por 3 mecanismos: resistencia natural, mutación genética o por el traslado de esa capacidad de unas especies a otras.

 

Los microorganismos resistentes a múltiples antimicrobianos se conocen como multirresistentes o en algunos casos como superbacterias y plantean un problema de salud pública muy importante y en aumento. Se estima que produce actualmente entre 700.000 y varios millones de muertes al año por esta causa. En los Estados Unidos de América se calcula que cada año 2 millones de personas se infectan con bacterias resistentes a los antibioticos y por lo menos 23.000 personas mueren por este motivo en ese país.  Un informe de la OMS en Abril 2014 concluyó: «el problema ya no puede considerarse como una seria amenaza futura, sino que está sucediendo ahora y en todas las regiones del mundo, y tiene capacidad para infectar a cualquier persona, a cualquier edad y en cualquier país«. La resistencia a los antibióticos es por ello actualmente una de las mayores amenazas para la salud pública y se estima que el problema supere incluso al cáncer a medio plazo.

La resistencia a los antibióticos está aumentando en todo el mundo a niveles peligrosos. Día tras día están apareciendo y propagándose en todo el planeta nuevos mecanismos de resistencia que ponen en peligro nuestra capacidad para tratar las enfermedades infecciosas comunes. Un creciente número de infecciones, como la neumonía, la tuberculosis, la septicemia o la gonorrea, son cada vez más difíciles —y a veces imposibles— de tratar, a medida que los antibióticos van perdiendo eficacia.

Las medidas preventivas para limitar esta resistencia incluyen sobre todo el uso responsable de los antibióticos, es decir su utilización sólo cuando sean precisos y especialmente cuando un antibiograma haya confirmado su capacidad contra el germen. Para la sociedad es esencial la educación sanitaria y los cambios de comportamiento higiénico que incluyan medidas destinadas a reducir la propagación de las infecciones en pacientes, en visitas hospitalarias y en familiares, o a través de otra medidas como la vacunación, el lavado de las manos, la seguridad de las relaciones sexuales y una buena higiene alimentaria.

La OMS en 2014 publicó para todo el mundo las siguientes recomendaciones para prevenir y controlar la propagación de la resistencia a los antibióticos:

Si eres paciente Si eres profesional sanitario
Toma los antibióticos de forma responsable.

  • Toma antibióticos únicamente cuando los prescriba personal sanitario certificado.
  • No demandes antibióticos si el personal sanitario dice que no son necesarios.
  • Sigue siempre las instrucciones con respecto al uso de los antibióticos.
  • No utilices los antibióticos que le hayan sobrado para a personas.
  • Previene las infecciones lavándote las manos, preparando los alimentos en condiciones higiénicas, evitando el contacto íntimo con enfermos, velando por la seguridad de las relaciones sexuales y manteniendo las vacunaciones al día.
Fomenta el uso prudente de antibióticos.

  • Evita las infecciones velando por la limpieza de las manos, el instrumental y el entorno.
  • Prescribe y dispensa antibióticos solo cuando sean necesarios, de conformidad con las directrices en vigor.
  • Notifica las infecciones resistentes a los antibióticos a los equipos de vigilancia.
  • Informa a los pacientes sobre cómo tomar los antibióticos correctamente, la resistencia a estos fármacos y los peligros de su uso indebido.
  • Informa a los pacientes sobre cómo se pueden prevenir las infecciones (por ejemplo, vacunándose, lavándose las manos, velando por la seguridad de las relaciones sexuales o cubriéndose la boca y la nariz al estornudar).

 

En Mutualia nos sumamos a estas campañas mediante instrucciones para el control de las infecciones y el uso correcto de los antibióticos, de tal forma, que se registra toda indicación de antibioterapia preventiva o terapéutica en la hoja correspondiente de la historia clínica, y se realiza todos los años un estudio de los gérmenes y sus resistencias a través de la Comisión de Infecciones. Anualmente además revisamos los procedimientos y las instrucciones específicas sobre la materia concretamente las correspondientes a higiene sanitaria, profilaxis quirúrgica y análisis de bacterias multirresistentes.

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