El remo es, por historia, uno de nuestros deportes con más arraigo entre nosotros. Y en la época de verano, en el que ya estamos, es muy practicado por los muchos clubes adscritos a la Federación Vasca. Ya ha comenzado, por ejemplo, la temporada de traineras que tanto tirón tiene entre los aficionados a este deporte. Los que lo practican tienen muchos beneficios físicos que son un complemento natural a otras modalidades como pueden ser correr, la natación, el tenis, el ciclismo o cualquier otra actividad.
Es tiempo de traineras. Una tripulación de trainera está compuesta por trece remeros más un patrón. Los remeros están distribuidos en seis filas de dos remeros, más el de proa, que está en su bancada anterior. Un deportista rema por babor y otro por estribor, haciéndolo de espaldas, esto es, mirando hacia la popa. El patrón, que va de pie en la popa mirando a proa, es la persona que dirige la embarcación con su remo. Este deporte es una actividad que trabaja muchos grupos musculares, a través de un movimiento amplio. Rodillas, caderas, brazos y hombros observan una rotación de 90 a 130 grados en cada palada, más de lo que se da en la mayoría del resto de actividades aeróbicas. Esta tarea muscular convierte al remo en un gran quemador de calorías, a la vez que desarrolla la flexibilidad y la fuerza. El remo, además, queda libre de impactos y la intensidad es controlada por el deportista que lo practica. Esta especialidad permite practicar una acción muscular coordinada, que requiere la aplicación de fuerza de manera máxima, repetitiva y fluida. Cada grupo muscular principal contribuye en esta acción. Y cada palada de remo implica compresión y extensión de las piernas, trabajando los músculos de la pantorrilla, los muslos, el bíceps femoral, las nalgas y las caderas. Como es de bajo impacto, es mucho más asequible para las rodillas que el resto de actividades que desarrollan la fuerza en las piernas. Remar es una de las pocas formas de ejercicio que trabaja los músculos troncales abdominales y de la espalda. Un tronco fuerte reporta muchos beneficios, desde una espalda más fuerte hasta una mejor postura. Remar fortalece y tonifica también el tronco superior. Hombros, espalda y brazos están implicados en cada palada del remo, una acción espectacular en las regatas. Beneficia al corazón y los pulmones porque involucra, como decimos, a muchos grupos musculares de forma simultánea. El remo supone, por tanto, una sana demanda para el sistema cardiovascular, influyendo en una salud cardiovascular mejorada. Tanto el tren superior como el inferior trabajan al unísono, de ahí que esta actividad se considere de resistencia general o global. El tipo de gesto que se realiza al remar es poco traumático para las articulaciones, con lo que se deja a un lado la posibilidad de sufrir lesiones, aunque es importante saber realizar el gesto de manera correcta. El rítmico movimiento natural del remo para todo el cuerpo permite que sea eficiente para quemar calorías sin poner mucha carga en las piernas. Dentro del gran número de músculos que se trabajan sobresalen los posturales y estabilizadores, lo que se traduce en una espalda más sana y la tonificación de los músculos. El remo promueve el ejercicio cardiovascular, esto es, el corazón aumenta su frecuencia cardíaca con poca intensidad, por lo que nos sitúa en la zona de trabajo aeróbica sin darnos cuenta y con una intensidad que podremos mantener en el tiempo. Es un deporte, además, ideal para rehabilitación. Y si no lo practican, disfrútenlo este verano. Se lo recomendamos. Las regatas son espectaculares y en entornos idílicos de nuestra costa vasca.