
Desde esta sección de la Unión de Federaciones Deportivas Vascas-Euskal Kirol Federazioen Batasuna os trasladamos este mes una actividad y un buen plan que puede descargar adrenalina en estos tiempos tan complicados que vivimos. La escalada es una modalidad deportiva cada vez más popular y muy extendida en nuestro entorno por los bellos lugares que tenemos para practicarla en el País Vasco. Contamos por ejemplo con la zona de Atxarte, Baltzola, Araotz, Egino, Santuario de Oro, Pikoketa, Ogoño, Ranero… eso al aire libre, porque también se puede hacer en rocódromos (indoor) en muchos de los clubes. Tanto si se decide hacerla al aire libre, o empezar en los citados rocódromos, se pueden percibir grandes beneficios tras practicar la escalada. Es un deporte que quema bastante grasa y cantidad de calorías al realizar el mucho esfuerzo que requiere. Así, poco a poco, los resultados van mejorando en este aspecto. También aumenta nuestra fuerza, ya que posibilita trabajar todos los grupos musculares de nuestro cuerpo (hombros, espalda, oblicuos, bíceps o tríceps). Y la resistencia es otra de las que se beneficia enormemente de la práctica de la escalada, ya que notamos cómo mejora nuestro fondo físico. Al ejecutar los diferentes y exigentes movimientos en la escalada, se lleva a cabo un gran esfuerzo por lo que hay que tratar de controlar el cansancio. Nuestra capacidad pulmonar aumenta a medida que experimentamos sensaciones en las ascensiones. La flexibilidad es de la que todo el mundo habla cuando una persona se dedica a la escalada, al mejorar las posturas corporales y sentirnos más ágiles con mayor movimiento y sensación de una musculatura en perfecto estado de revista. Además, como tenemos que aguantarnos firmes en las rocas, se precisa una capacidad importante para mantener el equilibrio y evitar desestabilizaciones que impidan el objetivo. Siempre hay que estar muy concentrados para lograr lo que nos proponemos, porque cualquier despiste, por diminuto que sea, puede derivar en un mal agarre o en una pisada incorrecta que nos haga perder el desarrollo de lo propuesto. Así, la escalada proporciona muchas ventajas a nivel mental, libera la tensión, aumenta la seguridad y confianza, dejando de lado los problemas y pensamientos negativos que, a veces, nos asolan como en estos tiempos. Y, cómo no, que en esto consisten el deporte y la vida, la diversión y entretenimiento siempre son necesarios y aquí sobran ya que practicamos este deporte al aire libre, si lo hacemos en el monte, y estamos unidos a la naturaleza. Ahí sobresale nuestro espíritu aventuro, que se puede compartir con personas que practican esta experiencia a nuestro lado. La escalada deportiva en roca es un enorme desafío personal que pone a prueba las habilidades de fuerza, equilibrio en la pared y hasta de intuición, y resulta una experiencia muy gratificante. Siempre hay que evitar los complejos y los miedos para practicar la escalada, porque cada practicante conoce su nivel y su progresión. El reto es personal entre el escalador y la pared, que nos proyecta dificultades verticales. Cada uno sabe hasta qué punto se puede arriesgar, eso sí, hay que estar muy preparado y disfrutar de lo que nos ofrece, ya que se siente la roca en las manos y se progresa, cada uno con sus facultades, comprobando cómo poco a poco se coge altura.
Hay distintos tipos de escalada, desde la sencilla para los que se inician en ella, hasta las personas que se deciden en largos de mayor nivel. Para ello, existen una gran cantidad de escuelas de escalada que tenemos a nuestro alrededor. La escalada siempre se ha asociado como una modalidad que conlleva riesgo, por lo que es un deporte que requiere de una preparación previa. Como hemos recalcado, puede realizarse en un rocódromo y al aire libre, donde nuestras zonas son maravillosas, para disfrutar de impresionantes vistas. Recuerden, la escalada es aliada para bajar de peso, requiere de máxima concentración, aumenta nuestra autoestima, reduce la presión arterial, despeja la mente, activa nuestros músculos por el desafío físico, mejora nuestra movilidad articular, flexibilidad y estabilidad. Es una vía de escape que funciona en esta época de problemas como terapia para sepultar la depresión y el estrés, y para huir de la rutina diaria. Espíritu de aventura.

