Nuestro país se sitúa entre los más envejecidos de Europa, contando con un 18,8% de población con más de 65 años y longevos del mundo, es decir, con una esperanza de vida elevada en comparación con otros países (85 años para las mujeres y 80 años para los hombres).
Según estudios, el 28% de la población trabajadora total tendrá entre 55 y 64 años hacia 2027.
La OMS comenta que el envejecimiento conlleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, lo que comporta un descenso de las capacidades funcionales que, llevadas al entorno laboral, se referirían a las capacidades para dar respuesta a las demandas del puesto de trabajo.
Este envejecimiento tiene consecuencias tanto en la productividad como en los índices de absentismo y siniestralidad debido a que disminuye la capacidad funcional de las personas trabajadoras, es decir, su capacidad para realizar las actividades de la vida diaria.
El envejecimiento saludable consiste en desarrollar y mantener a edades avanzadas la capacidad funcional que hace posible el bienestar.
La capacidad funcional viene determinada por la capacidad intrínseca de una persona, es decir:
- por la combinación de todas sus capacidades físicas y mentales,
- por el entorno en el que vive (entendido en su sentido más amplio e incluyendo el entorno físico, social y político)
- y por las interacciones entre ambos.
Uno de los principales objetivos actuales en el envejecimiento es conseguir que las personas vivan más tiempo con buena salud y libres de discapacidad, lo que se engloba dentro del término de envejecimiento saludable, que la OMS define como “el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez”.
Es por ello, que para que las personas mayores puedan alcanzar niveles óptimos en el trabajo, se deben realizar actuaciones durante todo el ciclo vital ya que, interviniendo desde el inicio, se facilitará alcanzar un Envejecimiento Activo.
Una práctica sencilla y efectiva de combatir todos estos cambios es la realización, de manera constante y sistemática, de ejercicios de movilización articular o calentamiento y estiramientos musculares.

Con este objetivo, desde MUTUALIA ponemos a disposición de nuestras empresas asociadas el programa MUTUALIA ON, con el que pretendemos introducir en las personas trabajadoras de las empresas el hábito de realizar una sencilla rutina de movilización articular o calentamiento y estiramientos musculares en el puesto de trabajo, una PAUSA ACTIVA con una duración aproximada de 7-10 minutos.
Los principales beneficios que van a aportar los ejercicios de estiramiento muscular son
- alargar las fibras musculares y eliminar la tensión acumulada.
- mejorar la coordinación, facilitando el movimiento.
- mantener la movilidad de las articulaciones y un grado de flexibilidad muscular adecuado.
- prevenir lesiones, p.e. tirones musculares, contracturas, lumbalgias…
- facilitar la práctica de actividades intensas, tanto laborales como de ocio, p.e. descargar cargas pesadas, trabajar en espacios reducidos y/o con posturas forzadas, correr, nadar, jugar a pádel, andar en bicicleta…
- permitir una mejor recuperación de la fatiga después de haber realizado un esfuerzo
- mejorar la percepción del trabajador, que es la capacidad por parte del trabajador de sentir/tomar consciencia de la posición relativa de sus distintas partes corporales y su estado.
Si queréis ampliar información, podéis contactar con la Asesoría de prevención a través de su email: prevencion@mutualia.es
