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Judo Un abanico de sensaciones

El judo contribuye al desarrollo de todos los grupos musculares

El judo es un deporte que está muy arraigado en el País Vasco, y la Federación Vasca programa distintos campeonatos e invita a su práctica al contar con muchos beneficios. En esta sección de la Unión de Federaciones Deportivas Vascas-Euskal Kirol Federazioen Batasuna, hablamos esta vez de las ventajas de una modalidad que se introdujo en Euskadi a mitad del siglo pasado. Tanto en Bizkaia como en Gipuzkoa ya se celebraban Campeonatos Nacionales hacia 1960, y en 1971, en el actual polideportivo Josean Gasca de Donostia, se disputó el Campeonato de España Absoluto. La gran labor didáctica de los pioneros en el judo hizo que los gimnasios se llenaran de practicantes. Y es que el judo desarrolla principalmente la coordinación, el equilibrio y la flexibilidad. Está demostrado que su práctica contribuye al desarrollo de todos los grupos musculares de nuestro organismo. Y permite un mayor crecimiento óseo y un fortalecimiento de las articulaciones, a la vez que las dota de resistencia del cuerpo frente al posible cansancio. El judo, además, ofrece a niños y niñas un formidable abanico de sensaciones y percepciones que les conlleva a la mejora de su adaptación. También, a través de la relación que se genera con su compañero o compañera se aprende a respetarlo, a confiar, así como a adaptarse, cooperar, ceder y resistir, aprender y enseñar, responsabilizarse de sus acciones y saber ponerse en el lugar de su contrincante. De ahí ese cúmulo de sensaciones.

Las y los más jóvenes, a la hora de practicar el judo, pierden el miedo al contacto físico, conocen su propio cuerpo y aumentan sus aptitudes físicas. Es decir, se expresan a través del cuerpo, satisfacen la necesidad motriz instintiva, ganan confianza en sí mismos, reducen la ansiedad a través del entrenamiento, se adaptan a las reglas, aumentan la concentración, estimulan la creatividad, mejoran la tolerancia o la frustración, así como la autoestima, reconocen el esfuerzo como un valor e incrementan el autocontrol. Por todo esto, el judo es, desde un punto de vista psíquico, una gran escuela para la atención, la concentración y la reflexión mental, desarrollándose la noción del respeto citado hacia sí mismo y por extensión hacia las demás personas. Psíquicamente, es una actividad óptima para las personas más tímidas, por la estrecha relación a la que da lugar, y para las más echadas hacia adelante, resultando ser una válvula de escape muy importante.

Desde esta sección resaltamos que practicar la disciplina del judo, es idónea para aquellas personas que suelen tener conflictos emocionales, derivados de la incapacidad de aceptarse tal y como son. El judo no solo aumenta la confianza propia, sino que también contribuye a dotar más seguridad y mejor humor. Ayuda a la expresión humana, por eso, quienes se hayan visto en problemas para exteriorizar sus sentimientos internos, pueden encontrar en el judo esa válvula de escape citada anteriormente por medio de la cual proyectar sus emociones de forma constructiva, además de beneficiarse a través del contacto físico, lo que es perfecto para quienes tienden a la introversión y la tímidez. El judo enseña autocontrol y concentración, dos virtudes muy importantes para que una persona se desarrolle de manera estable. Por medio de la asimilación de las técnicas de este deporte, quien lo practica aprende a ser una persona más reflexiva, al mismo tiempo que consigue la capacidad de controlarse en situaciones difíciles. El judo optimiza la capacidad psicomotriz. Quien es consciente de las habilidades de su cuerpo es capaz de mantener un equilibrio no solo a nivel físico, sino también espiritual y mental. Esto supone un aliciente perfecto para mejorar la confianza en sí mismo. Además, en el judo, se acostumbra a caer al suelo. Es un deporte en el que las caídas son constantes por la naturaleza de su actividad, por lo que las y los niños aprenden cómo deben caer correctamente, lo que les evitará muchas lesiones fortuitas tanto en el presente como en el futuro. Las artes marciales, como el judo, son deportes en los que la disciplina y el compañerismo están muy presentes y ayudan a mejorar a cada persona.

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