Desde esta sección de la Unión de Federaciones Deportivas Vascas-Euskal Kirol Federazioen Batasuna vamos a destacaros en esta ocasión las ventajas de practicar un deporte como el karate, un arte marcial en el que se puede empezar desde una edad temprana y cuya práctica genera bastantes beneficios.
Comenzamos con la disciplina necesaria en todo tipo de deporte, porque el karate conlleva siempre un respeto esencial en su aprendizaje. A partir de ahí, iremos descubriendo ya otras virtudes físicas como es el equilibrio, tanto en la modalidad de katas -figuras- a la hora de la secuencia de movimientos de manos y pies, que permite el control de la estabilidad corporal, así como en la modalidad de kumite en unos combates en los que la movilidad y el dominio del cuerpo es fundamental para desestabilizar a cada oponente. La práctica del karate influye además en la coordinación psicomotriz ya que cada golpe o técnica adquieren diferentes usos o coordinación. Las extremidades consiguen una mayor habilidad, algo que trasladaremos a otros aspectos y actividades de nuestras vidas. La fuerza desarrollada en esta modalidad también es otra de las virtudes, ya que al margen de las técnicas de golpes o defensa que hemos anunciado, se realizan otros ejercicios físicos para desarrollar nuestra musculatura. De ahí las capacidades que tendremos para estirar músculos, por lo que la flexibilidad es otro de los beneficios de este deporte en el que la buena técnica de una patada puede llegar hasta lo más alto. Nuestro cuerpo se aleja así de la rigidez y también tendremos capacidad de autocontrol para alcanzar el dominio de uno mismo. Y es que al karate nos es un arte marcial de ataque, sino que lo es de defensa y nos enseña a evitar cualquier tipo de enfrentamiento. Sí, nos instruye para defendernos, pero no para iniciar una lid, por lo que ayuda a tener una buena conducta en la vida. Así que la concentración también es necesaria y se fortalece en un arte marcial más que completo y en el que os podéis iniciar pidiendo consejo o informándoos en la Federación Vasca de Karate, que cuenta con clubes en las distintas territoriales y organiza a lo largo del año diferentes campeonatos (https://www.karateeuskadi.com/).
Siempre nos gusta trasladaros también desde estas líneas lo que supone cada modalidad para los niños y las niñas. Y, al contrario de lo que se pudiera pensar, el karate supone un entrenamiento competitivo que no es nada agresivo, ya que lo que pretende es la búsqueda de la superación personal y estimula a cada practicante a ir más lejos de sus propias limitaciones para alcanzar sus objetivos. Ya hemos recalcado antes que también significa un método de defensa personal que desarrolla los reflejos, la flexibilidad y las habilidades físicas, ayudando a combatir entre otras cosas los hábitos perjudiciales y la obesidad. Diferentes estudios aseguran que las artes marciales como el karate ayudan a los niños-as a mejorar su aptitud física con la coordinación, la fuerza y la flexibilidad, a la vez que se transmiten virtudes como la perseverancia, el autocontrol y la responsabilidad. Está demostrado que el karate favorece en los más pequeños una respiración adecuada, estimula la coordinación, la concentración, la citada flexibilidad muscular, el autocontrol y el autoconocimiento, potencia la orientación de espacio-tiempo y las habilidades de visión, acorta la velocidad de reacción y el tiempo de ejecución de los golpes o movimientos, descarga el exceso de energía y fortalece la autoconfianza, la seguridad y la autoestima, manteniendo así bajo control la impulsividad. Además, enseña a cohesionar la mente con el cuerpo y desarrolla otros valores de carácter positivo como son la tolerancia, el compañerismo y la responsabilidad porque educa a los-as niños-as en disciplina y en respeto, características que ayudan a convertirles en buenos deportistas y personas. Y es que se regulan las emociones y se controla la impulsividad. Algo muy necesario en estos tiempos en los que vivimos.
