Cada vez que se habla del deporte del rugby vienen a la cabeza palabras y términos como trabajo en equipo, disciplina, espíritu deportivo, respeto, solidaridad… Son cualidades de una modalidad que tiene mucha aceptación nuestro entorno, con muchos equipos y actividades de las selecciones vascas que promueve también la Unión de Federaciones Deportivas Vascas-Euskal Kirol Federazioen Batasuna. La Federación Vasca de Rugby tiene en la actualidad más de 2.200 licencias, de las que alrededor de 400 pertenecen a mujeres. El crecimiento no se ha detenido a pesar de la pandemia y el presidente Iñaki Rica transmite orgulloso también el desarrollo del rugby inclusivo.

El rugby tiene los valores de ser un deporte en el que todo el que participa en él es importante para el grupo, ya sean personas rápidas, más lentas, altas, bajas, más fuertes, con peso, delgadas… Es un deporte que traslada el esfuerzo y sacrificio que supone alcanzar un objetivo con el balón oval, curiosamente, pasándose hacia atrás para avanzar. Entre nosotros el rugby está muy arraigado, con equipos como el Ordizia, Gernika -estos dos en División de Honor- Getxo, Hernani, Uribealdea, Universitario Bilbao, Durango, Bera Bera, Eibar, Zarautz, Gaztedi… Hay lugares donde elegir y dónde poder empezar a practicarlo. En Vitoria y en Bilbao hay también equipos de mujeres mayores de 35 años que participan en las Mater Series (hace poco se celebró una de sus ediciones en el polideportivo El Fango de Bilbao). Las amistades que surgen en esta modalidad están comprobadas, se mantienen en el tiempo y trascienden de lo que es el rugby en sí. Cada vez más niñas y niños lo practican en nuestro territorio. Y se enganchan por combinar el aspecto deportivo y el social.

En el rugby hay un evento tras cada final de partido, el tercer tiempo, un homenaje al equipo rival sin el cual no se podría haber disfrutado de los ochenta minutos de un deporte tan noble en el que el contacto es permanente. Al conjunto adversario se le respeta y se le aplaude. Una de las leyes fundamentales de este deporte es el respeto, una de las palabras con las que hemos iniciado estas líneas, no solamente hacia los contrarios (se hacen pasillos al final del partido), sino también al árbitro, a los entrenadores y a la afición contraria. Es el propio juego y su entorno lo que atraen. Se crea una atmósfera noble en un juego de carácter colectivo, con mucho contacto, con unas elevadas exigencias en cuanto a fuerza, potencia, resistencia y velocidad, y con variantes técnicas, tácticas y estratégicas. En el aspecto psicológico se unen la valentía física y una inteligencia táctica para conocer los límites de cada practicante.
Según un informe del Gobierno Vasco realizado hace unos años, más del 50 por ciento de la población en edad igual o superior a los 16 años practicaba una actividad física o un deporte, pero el deporte federado ocupaba solamente el tres por ciento de esta franja. En el ranking, y por número de licencias, el rugby ocupa el puesto número 20 con más de 2.000.

El rugby está presente en todas las provincias del País Vasco, y hasta hace poco la mitad de los equipos de la División de Honor española fueron vascos: Ordizia, Getxo, Hernani y Gernika. Además, el rugby femenino también está cada vez más consolidado proporcionando éxitos, con una mayor aparición en el deporte escolar gracias al trabajo de los clubes y de las distintas federaciones. De esta forma, el rugby está presente en 17 poblaciones de las 251 que tiene la comunidad autónoma vasca. La función de la Federación Vasca de rugby es la de ser puente y facilitadora entre los agentes de este deporte y de la propia modalidad. Hacia ello, canalizan todas sus fuerzas y esfuerzos, para poner la Federación al servicio del rugby vasco: con trabajo en común y de equipo, con transparencia e ilusión.

Al ser un deporte de contacto también son muy comunes las lesiones durante los partidos. Para que éstas no se produzcan, es necesario un buen calentamiento y desarrollar los músculos que se utilizan en el juego (abdominales, lumbares, pecho, deltoides, dorsales, bíceps, tríceps, trapecios, gemelos, cuádriceps e isquiotibiales). También se recomiendan protecciones como hombreras, cascos y protectores bucales. A pesar de las lesiones y los riesgos, en el rugby predominan los beneficios. La nutrición en cualquier actividad atlética asegura una recuperación óptima y ayuda a prevenir las lesiones. El rugby es un deporte que muchos piensan que es agresivo. Sin embargo, se dice que una vez se practica, agrada porque es todo lo contrario a lo que se había imaginado.

Hay unas reglas y cortesía generalizada entre sus jugadores. La agresividad suele ser medida y sin violencia, lo que permite liberar tensiones. Desde la Unión de Federaciones Deportivas Vascas-Euskal Kirol Federazioen Batasuna estamos satisfechos de este deporte que nos haya dado muchos éxitos, ya que la selección vasca fue dominadora durante muchos años en el Campeonato de Autonomías en las distintas categorías.