
El 85% de los centros que señalan la presencia de distintos riesgos muscoloesqueléticos dicen disponer de medidas preventivas, tales como equipamiento para levantar y mover pesos, rotación en tareas para reducir los movimientos repetitivos o la sobrecarga física, pausas frecuentes para quienes tienen una postura incómoda o estática o facilitan el equipamiento ergonómico.
En cuanto a los riesgos psicosociales, un 23% de los centros señala que carecen de información o herramientas para abordarlos, sobre todo en lo que se refiere a la discriminación por sexo (un 42%), la falta de influencia de la persona trabajadora sobre su trabajo (25%) y las largas jornadas u horario irregular (21%).
