
Con la publicación en 1900 de la Ley de accidentes, se instaura la responsabilidad objetiva del empresario que obliga al patrono a indemnizar a los personas accidentadas con independencia de la existencia de culpa empresaria. En los dos años siguientes nacieron las primeras Mutuas Patronales de Accidentes de Trabajo, entre ellas La Previsora, de cuya fusión con Mutua Vizcaya Industrial y Pakea surgió Mutualia.
Prácticamente desde su nacimiento las Mutuas vinieron ocupándose de la prevención de los riesgos, dentro del ya viejo principio asegurador que afirma y demuestra que es mejor prevenir que curar. Así, se pasa casi de inmediato de las primeras actividades de las Mutuas, esto es, la asistencia médica a los accidentados y pago de prestaciones económicas a los mismos y a sus beneficiarios, a una nueva actividad tendente a evitar que los accidentes se produzcan.
Carlos de Cos Azcona Astilleros
