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Peatón a la vista

Visión y seguridad vial están íntimamente relacionadas y siempre lo relacionamos con la conducción. Pero ver bien es fundamental, no solo cuando conducimos sino también cuando somos peatones.

Según un reciente estudio de la Universidad de Helsinki casi el 24% de los siniestros viales son debidos a fallos de visión o pérdida de atención visual.

Los peatones son los usuarios más vulnerables de las vías. En 2019, 387 peatones murieron en las carreteras españolas, el 22 % del total de las víctimas de tráfico registradas ese año.

En esta línea el Dr. Andrés Gene, investigador adscrito al INTRAS señala a 2 grupos de población especialmente sensibles como peatones; los mayores de 70 años y los jóvenes. Los primeros, claro está, debido a su edad y los segundos, por ir distraídos.

Los más jóvenes preocupan especialmente porque pertenecen a una generación con mayor esperanza de vida, una movilidad como nunca antes vista y una gran preparación, pero con una visión mucho peor que sus padres y abuelos.

Un estudio de hace años mostraba la diferente percepción que tiene un peatón cuando se acercan a la misma velocidad, un vehículo grande (autobús, camión) y uno ligero (bicicleta). En esta situación el peatón siempre tiene la sensación de que el grande “llega antes” lo que hace que se proteja antes, algo que no sucede con los más pequeños, de ahí el mayor riesgo de atropello.

Tras el confinamiento, según la Asociación Visión y Vida, el 57% de la ciudadanía ve ahora peor que antes del confinamiento. Entre los más jóvenes este dato se eleva hasta el 77 %, debido que tras el confinamiento se ha constatado un drástico aumento en el uso de los dispositivos digitales.

Desde el punto de vista de la Seguridad Social, todos estos datos son preocupantes porque “ver bien” es fundamental en el tráfico, tanto como conductores y como peatones, para cruzar una calle, distinguir las señales y estar alerta para reaccionar a tiempo ante cualquier contratiempo.

Por lo tanto, podemos concluir que ante la vital importancia de “ver bien” y el aumento de las patologías asociadas a la visión, todos los profesionales coinciden en que las revisiones periódicas son el único camino para cuidar la visión y paliar este problema que empieza a ser importante. Además, estas revisiones periódicas también permiten detectar enfermedades propias de la edad como la presbicia y otras más graves como el glaucoma (limita la visión lateral), la degeneración macular y otras asociadas a la diabetes.

Reflexionemos y demos a estas revisiones la importancia que merecen ya que nuestra vida va en ello.

Por último, un consejo contra la fatiga ocular, no olvidar cuando estemos frente a pantallas y/o dispositivos digitales la regla 20/20/lejos: cada 20 minutos frente a una pantalla, descansar 20 segundos y mirar lejos.

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