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Trabajos a bajas temperaturas

La exposición ocupacional a bajas temperaturas constituye un riesgo relevante en diversos sectores, como el agrícola, pesquero, construcción, forestal, industria alimentaria y actividades en cámaras frigoríficas. Estas condiciones pueden generar efectos inmediatos sobre la salud y comprometer la seguridad si no se implementan las medidas preventivas apropiadas. Por tanto, resulta esencial comprender los riesgos asociados al frío en el entorno laboral para garantizar la seguridad y el bienestar de las personas trabajadoras.

“El estrés por frío se define como la carga térmica negativa derivada de la pérdida excesiva de calor a la que se exponen las personas trabajadoras, resultado de la interacción de factores físicos y climáticos que afectan el intercambio térmico (condiciones ambientales, nivel de actividad física y vestimenta utilizada)”. (Referencia: NTP-1.036. Estrés por frío).

Efectos de la exposición al frío

La exposición al frío en el ámbito laboral puede afectar tanto la salud física como mental. El descenso de la temperatura corporal puede provocar hipotermia, cuyos síntomas iniciales comprenden entumecimiento, escalofríos y confusión, con consecuencias potencialmente graves si no se trata oportunamente. La piel presenta riesgo de congelación superficial o profunda, especialmente en zonas expuestas como rostro, manos y pies.

Las bajas temperaturas disminuyen la destreza y flexibilidad, además de inducir fatiga, dificultar la concentración y reducir la productividad, así como aumentar los niveles de estrés y ansiedad, afectando tanto las capacidades físicas como cognitivas y psicomotrices. Asimismo, el aire frío puede irritar las vías respiratorias e incrementar la susceptibilidad a infecciones respiratorias, lo que contribuye al aumento de accidentes y lesiones laborales.

Factores de riesgo

  • Condiciones ambientales: viento, humedad y temperatura.
  • Duración de la exposición.
  • Tipo de actividad: trabajos estáticos versus dinámicos.
  • Equipamiento inadecuado.

Principales medidas de prevención ante el trabajo en frío

Es fundamental adoptar las siguientes recomendaciones para conservar el calor corporal y proteger la salud de las personas expuestas a bajas temperaturas:

  • Utilizar indumentaria adecuada, incluyendo prendas térmicas e impermeables.
  • Proteger extremidades mediante calzado y accesorios apropiados.
  • Mantenerse seco, sustituyendo la ropa húmeda para evitar agravar la sensación de frío.
  • Realizar pausas en ambientes cálidos y consumir alimentos calientes.
  • Informar y capacitar al personal sobre los riesgos del frío y el reconocimiento temprano de los síntomas de hipotermia y congelación.
  • Asegurar espacios de trabajo aislados y climatizados cuando sea posible.
  • Emplear equipos de protección personal especializados.
  • Monitorizar las condiciones meteorológicas y ajustar las medidas preventivas en consecuencia.

Medidas técnicas y organizativas para afrontar el frío laboral

  • Planificación del trabajo: organizar horarios y periodos de recuperación térmica, priorizando evitar la exposición en momentos de frío intenso; implementar rotación de tareas para minimizar el tiempo de permanencia en ambientes fríos; establecer pausas regulares para permitir el recalentamiento corporal.
  • Protección colectiva: aislar y climatizar instalaciones, proporcionando áreas de descanso adecuadamente acondicionadas; supervisar tanto las condiciones ambientales como el estado de salud de los trabajadores, suspendiendo actividades si resulta necesario.
  • Protección personal: dotar de ropa y equipos de protección adecuados, tales como vestimenta térmica y calzado aislante.
  • Formación y vigilancia: formar al personal sobre los riesgos, diagnóstico precoz y medidas preventivas; mantener canales de comunicación fluidos para reportar situaciones de riesgo y actuar proactivamente.

Protocolos de actuación ante emergencias

  • Hipotermia: traslado inmediato a ambiente cálido, retirada de prendas húmedas y aplicación de calor externo.
  • Congelaciones: evitar frotar la zona afectada, aplicar calor de forma gradual y buscar atención médica especializada.

Importancia de las pausas y descansos

La realización de pausas frecuentes resulta clave para preservar la salud y recuperar energías en trabajos expuestos al frío. Es imprescindible que tanto el personal valore estos períodos de descanso como que las empresas adopten políticas que faciliten su implementación. Una gestión adecuada de los tiempos de pausa y la formación continua constituyen elementos centrales de todo plan de prevención orientado a minimizar los riesgos derivados de la exposición a bajas temperaturas.

Documentación:

 

Presentación OSALAN

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