Una Radiografía consiste en una imagen del cuerpo, generada mediante Rayos X. En esa imagen se representan sobre todo las estructuras óseas (huesos y articulaciones), y también en cierto grado las partes blandas.
La Radiografía es la exploración más común que se realiza en un Servicio de Diagnóstico por Imagen. Es una técnica básica en el diagnóstico de las enfermedades, especialmente en la patología traumatológica, debido a la excelente representación de las estructuras óseas.
Disponemos de una sala de Rayos X de última generación. Se trata de un equipo digital directo, en el que la imagen generada es enviada directamente a un sistema informático de almacenamiento y distribución de imágenes. Ya no se generan las clásicas “placas” en soporte convencional. Esta tecnología proporciona una mejor calidad de imagen con una menor dosis de radiación.
La Radiografía es la exploración más común que se realiza en un Servicio de Diagnóstico por Imagen.
Los Rayos X emplean radiación ionizante para generar la imagen. La radiación ionizante es una fuente de energía que existe de forma natural en nuestro entorno (gas radón, radiación cósmica…) Más del 80% de la radiación que recibimos proviene de fuentes naturales, y solo una pequeña parte proviene de fuentes artificiales, como pueden ser los Rayos X médicos.
Los Rayos X no inducen radiactividad, no se acumulan en el cuerpo. Como cualquier onda electromagnética, solo existe durante el instante en que se genera.
Los rayos X tienen el potencial de producir efectos biológicos nocivos en los seres humanos. Estos efectos se conocen desde hace más de un siglo, y es sumamente improbable que se produzcan como consecuencia de una exposición con fines médicos, ya que los equipos de rayos X están sometidos a controles para verificar su correcto funcionamiento, y el personal que los maneja debe estar cualificado para ello.
Si está embarazada, o sospecha que pueda estarlo, debe indicárnoslo y valoraremos si es conveniente hacerle la radiografía. En este caso, deberá leer una información específica y firmar un Consentimiento Informado que le proporcionaremos.
La Sociedad Española de Protección Radiológica (SEPR) en este vídeo trata de resolver las principales dudas que un paciente tiene que enfrentarse a este tipo de pruebas y tratamientos médicos.
En radiología aprovechamos el poder de penetración de los Rayos X en los tejidos para producir imágenes del cuerpo humano. Los Rayos X son un tipo de radiación ionizante: son ondas de alta energía capaces de liberar electrones de los átomos o moléculas (los ionizan). Por este motivo pueden producir efectos lesivos en los tejidos y en el ADN de nuestras células.
Los efectos biológicos de la radiación ionizante incluyen: cáncer inducido, defectos genéticos heredables, lesiones dérmicas, alopecia, cataratas, etc.
En algunos casos (cáncer radioinducido), el efecto es aleatorio, es decir, es independiente de la dosis recibida. Se estima que la contribución de la radiación ionizante a la aparición de cáncer (considerando de manera global todo tipo de exploraciones radiológicas con fines médicos) es inferior al 1,5%. La mayoría de los casos de cáncer están provocado por agentes cancerígenos conocidos (tabaco, alcohol, dieta, genética, etc).
En otros casos, el efecto está ligado a la dosis recibida. La dosis que va a recibir para hacerse una Radiografía de cualquier parte del cuerpo está muy por debajo del umbral requerido para que se produzcan estos efectos, considerándose prácticamente imposible por lo tanto que ocurran.
A modo de ejemplo, una Radiografía de una articulación (por ejemplo, rodilla), requiere una dosis de radiación equivalente a la que recibimos de forma natural durante un día, considerándose que supone un riesgo insignificante para su salud.
En el caso de los niños o los fetos, hay una mayor sensibilidad a la radiación, por lo que se realizará una valoración específica del riesgo/beneficio en cada caso.
Es importante recordar que los beneficios aportados por esta exploración radiológica (información para el diagnóstico de su patología) excede con creces el riesgo teórico debido a la radiación ionizante.
No hay un límite establecido de dosis que puede recibir un paciente con motivo de una exploración radiológica con fines médicos.
Actualmente, cualquier Servicio de Diagnóstico por Imagen está sometido a numerosa legislación que establece las condiciones para que se puedan obtener exploraciones con rayos X de manera segura para las personas pacientes y trabajadores).
Disponemos de un Programa de Garantía de Calidad y Protección en Radiología, en el que se especifica cómo damos cumplimiento a esa legislación.
Anualmente se realiza un control de calidad de los equipos de Rayos X y de esta instalación radiológica, por parte de una empresa autorizada, enviándose el informe al Consejo de Seguridad Nuclear.
Periódicamente recibimos inspecciones Gobierno Vasco para verificar el cumplimiento legislativo.
Realizamos además auditorías internas para asegurar que tenemos correctamente implantadas todas las medidas requeridas.
Estos controles incluyen:
Verificación de las dosis impartidas a pacientes.
Medida de niveles de radiación en el área.
Comprobación de la eficacia de los blindajes en las paredes.
Verificación del funcionamiento correcto de los equipos.
Verificación de las lecturas de dosimetría del personal.
Control de la calidad de la imagen.
Comprobación de la señalización correcta de las zonas.
Por este motivo, los beneficios que va a obtener con esta exploración radiológica justifican plenamente su realización.