Para entender mejor el significado y repercusión social de este concepto, nada como empezar con datos objetivos, que sin lugar a dudas, nos van a sorprender.
Los siniestros viales relacionados con el ejercicio de la actividad profesional aumentaron un 18% en 2021 y supusieron el 13% del total de accidentes laborales en el Estado Español. Hablamos de unos 10.000 siniestros con baja, de un total de los casi 70.000 registrados en el ámbito laboral, lo que traducido a términos económicos, se puede estimar en 1,6 millones de euros. Pero el dato más preocupante tiene que ver con la mortalidad, que creció nada menos que un 38% respecto al año anterior siendo el segundo motivo de baja por fallecimiento.
La recopilación y análisis anual de estos datos que realiza el Observatorio de la Siniestralidad Vial Laboral de España, en colaboración con la DGT, revela el incremento de otra variable clave: las bajas por percances en carretera, tanto en el trayecto de ida o vuelta al trabajo (in itínere) como durante el desarrollo de la jornada laboral (en misión), fueron de media seis días más largas que las del resto de accidentes laborales.
- LA CLAVE, FORMACIÓN. El análisis puramente estadístico no debe hacernos perder de vista la verdadera cuestión de fondo: los siniestros viales relacionados con el ejercicio profesional tienen una incidencia preocupante. Lo más efectivo contra la siniestralidad vial laboral son acciones formativas a grupos de riesgo, con lo que se puede llegar a reducir su incidencia entre un 15 y un 20 % como se está viendo en empresas que ya han realizado acciones en este sentido.
- APOYO A LA EMPRESA. Aquí el problema radica en el conocimiento de las herramientas de que dispone la empresa, independientemente de su tamaño. Herramientas, hay, pero ¿tienen las empresas la disposición suficiente para usarlas? Según el propio Observatorio de la Siniestralidad Vial Laboral, sí. La gran mayoría (87%) considera el tráfico un riesgo para la salud del trabajador, y más del 60% han realizado alguna acción para mejorar los desplazamientos laborales.
- DESCONOCIMIENTO REAL SOBRE EL COSTE que supone para la empresa el no atender este tipo de siniestralidad. En torno a 1.600 euros de coste medio de un accidente vial laboral, mientras que uno laboral supone unos 1.200 euros. Por tanto, no hacer políticas de prevención sale caro.
- CONCIENCIAR A LAS EMPRESAS del beneficio real en términos no sólo de mejora social sino de rentabilidad, sería un factor importantísimo y de gran impulso establecer incentivos y ayudas promovidas desde las instituciones.
- Recientemente se ha actualizado el Plan Tipo de Seguridad Vial en la Empresa de la DGT, elaborado junto con el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Es una guía metodológica dirigida a los y las responsables de prevención de riesgos laborales que se plantea el objetivo de llegar de forma prioritaria a pequeñas y medianas empresas donde estas propuestas calan en menor medida.
Por tanto, es de vital importancia la concienciación por ambas partes (trabajador/trabajadora y empresa) y crear una cultura de Seguridad Vial en el entorno laboral, ejecutando medidas acordes a las necesidades propias de cada una de ellas.
El crecimiento es lento pero la demanda existe y aumenta cada año, por lo tanto hay razones para el “optimismo vial”. LA SEGURIDAD ES SIEMPRE UNA PRIORIDAD.
