06/07/2015
La cefalea o dolor de cabeza es una de las formas más comunes de dolor en la raza humana. Generalmente el dolor de cabeza se presenta de forma intermitente y hay varios tipos que requieren un diagnóstico concreto y un tratamiento específico por su médico, por lo que no conviene automedicarse.
Migraña
En la migraña los ataques de cefalea son recurrentes, variables en cuanto a intensidad, duración y frecuencia, generalmente hemicraneales y con frecuencia asociados a náuseas y vómitos, fotofobia y fotosensibilidad. A veces están precedidos o asociados a déficit sensitivo y motor, del lenguaje y tienden a empeorar con el ejercicio físico y a mejorar con el sueño.
Afecta al 10-15% de la población y es más frecuente en la mujer. Un 70% de pacientes tiene historia familiar. En los varones tiende a comenzar en la infancia y en las mujeres con la primera regla. La frecuencia disminuye con los años.
Los ataques pueden desencadenarse por ingesta de alimentos ricos en tiramina (quesos curados, plátanos maduros, cacahuetes…), cafeína y feniletilamina (chocolate, café, cola, té) o por factores ambientales (luces brillantes, olores intensos), aumento de las horas de sueño o estrés.
Hay dos tipos de migraña:
Migraña sin aura (migraña común): La más frecuente.
Migraña con aura (migraña clásica): En esta forma de migraña aparecen diversos síntomas neurológicos reversibles conocidos como «aura»: alteraciones de la visión y otras alteraciones no visuales como paresia, parestesias, disfasia, alucinaciones auditivas y olfativas. En las 24-48 horas previas las y los pacientes pueden presentar otros síntomas prodrómicos como cambios del humor, torpeza mental, somnolencia o nauseas
Tratamiento. Se procurará eliminar los factores desencadenantes. El tratamiento farmacológico se puede dividir en sintomático (aspirina, ibuprofeno, naproxeno, paracetamol, metoclopramida o Sumatriptán y otros de la familia de los triptanes o profiláctico (betabloqueantes, antagonistas del calcio, antidepresivos tricíclicos), que serán recomendados a partir de 3 ó 4 ataques de migraña mensuales.
Cefalea tensional
Se cree que la migraña común y la cefalea tensional son procesos similares más que entidades diferentes y representan los extremos de una misma enfermedad. El dolor es generalmente bilateral, sordo, opresivo, de moderada intensidad, referido por el o la paciente como una opresión en la cabeza, con sensación dolorosa al tocarse el pelo. Si la cefalea se cronifica son útiles los antidepresivos tricíclicos para su control.
Cefalea en racimos
Predomina en hombres y se inicia alrededor de los 35 años. El dolor es de gran intensidad, pulsátil, punzante y afecta sobre todo a la región fronto-orbitaria. Se suele acompañar de sudoración de la frente, lagrimeo, inyección conjuntival, congestión nasal y a veces afectan al parpado del lado afectado. Hay varios ataques al día, durando estos menos de hora y media y pueden prolongarse hasta tres meses, permaneciendo luego meses o años asintomáticos. A veces se asocia a cambios estacionales y puede aparecer por la noche, al inicio del sueño. Suele responder al tratamiento con ergotamina al acostarse (para los ataques nocturnos).
Hemicránea paroxística crónica
Es un cuadro raro que afecta sobre todo a mujeres jóvenes en área frontal, ocular y temporal, y se puede irradiar al cuello, brazo y región superior del pecho y que responde muy bien al tratamiento con indometacina.
Neuralgia del trigémino
No se trata de una cefalea en sentido estricto, debiéndose clasificar dentro de las algias faciales. Se trata de un dolor muy breve en el territorio de distribución de la 2ª y/ó 3ª rama del nervio trigémino (que inerva el rostro), de gran intensidad y referido por el o la paciente como un «calambre eléctrico» muy doloroso. Suele ser tratado con éxito con carbamacepina.
Cefalea por arteritis de células gigantes
La arteritis de células gigantes es la arteriopatía inflamatoria no infecciosa más frecuente en la práctica neurológica. Produce un cuadro clínico más o menos completo de cefalea, fiebre, síndrome constitucional, claudicación de la musculatura masticatoria y lingual y puede estar en relación con poli mialgias reumáticas. Es más frecuente en mujeres blancas y se presenta de forma casi exclusiva a partir de los 50 años, siendo muy eficaz el tratamiento con prednisona.
Hipertensión intracraneal idiopática
Es una enfermedad típica de mujeres jóvenes y obesas. Con frecuencia se asocia un trastorno endocrino de base. Hay que descartar otras causas de hipertensión intracraneal.
Concluyendo:
En definitiva, la cefalea puede ser un síntoma de una patología o un cuadro clínico concreto y tan sólo un correcto diagnóstico ayudará a encontrar el tratamiento más adecuado, por lo que ante una cefalea de repetición o cuya duración exceda en duración o intensidad a lo habitual, debe consultar a su médico de atención primaria y evitar la automedicación.