Las ráfagas de viento y el “efecto pantalla” pueden comprometer la estabilidad del vehículo y provocar un accidente.
Un golpe de viento inesperado puede desestabilizar cualquier vehículo por muy aerodinámico que sea, pero quienes peor lo tienen ante esta inclemencia son los vehículos altos y grandes (furgonetas, camiones y SUV) y, por supuesto, los de menor peso como las motos y las bicicletas. Además, no nos olvidemos del “efecto pantalla” que puede sorprendernos de repente.
Pero ¿qué es el “efecto pantalla”? Este efecto puede experimentarse los días de viento y genera dos tipos de situaciones igual de peligrosas. En los adelantamientos, al circular en paralelo con un vehículo de grandes dimensiones, el “efecto pantalla” nos atrae primero contra el lateral del camión para después empujarnos con más fuerza hacia el lado contrario. La otra situación sucede al salir de túneles y/o sobrepasar edificios de gran tamaño donde el vehículo puede experimentar un fuerte golpe de viento lateral capaz de desviar nuestra trayectoria.
También se debe tener en cuenta que, cuando las rachas de aire son intensas se añade otro peligro, la calzada puede estar sucia con restos de hojas y pequeñas ramas o incluso desprendimientos que caigan en el pavimento.
Por todo ello, es más importante que nunca moderar la velocidad y mantener la distancia con el resto de los vehículos y tener en cuenta estos consejos útiles.
- EVITAR VÍAS SECUNDARIAS. Elegir un itinerario que incluya carreteras principales, ya que en las secundarias hay más probabilidades de que haya restos de ramas y objetos caídos en la vía.
- NO LLEVAR CARGAS EXTRA. Si no queda más remedio que viajar, al menos, no sobrecarguemos el vehículo con elementos que afecten a su aerodinámica. La baca del coche puede aumentar el impacto de los vientos cruzados en el vehículo. Tampoco es el momento de viajar con remolques o caravanas.
- VIGILAR EL TRÁFICO. Hay que estar atentos a lo que les sucede a los otros vehículos. Detectar cuándo y dónde parecen desviarse de su rumbo puede servir de advertencia para saber cuándo nos va a azotar a nosotros una ráfaga de viento, porque suelen ser racheadas.
- EVITAR LOS ADELANTAMIENTOS. Adelantar resulta peligroso con vientos fuertes, ya que podemos ser golpeados por el aire al rebasar a un vehículo grande, el conocido como efecto pantalla.
- PROTEGER A LOS DEMÁS. Motoristas y ciclistas son los más vulnerables en un vendaval. Por eso hay que añadir un plus de distancia de seguridad a su alrededor ya que tienen más riesgo de no ser capaces de mantener su estabilidad.
- ELEGIR UN BUEN LUGAR PARA ESTACIONAR. Si es posible, debemos tratar de no estacionar cerca o debajo de árboles, cables telefónicos o postes que puedan caer sobre el automóvil.

