
Ya queda menos para la Navidad, un periodo del año ligado a las celebraciones sociales y familiares, en el que abandonamos la rutina habitual y tendemos a las grandes comilonas y a la vida sedentaria. Pero, ¿es posible dejar de lado los excesos y disfrutar de una Navidad saludable?
Carlos Sarabia, médico y miembro del equipo Mutualia Saludable, nos confirma que Navidad y saludable son términos compatibles. Se trata de encontrar un equilibrio entre tres pilares fundamentales: nutrición, actividad física y bienestar personal.
Puedes escuchar a Carlos Sarabia en nuestro podcast o leer la entrevista completa.
¿Es posible una Navidad sin grandes comilonas? ¿Cómo planteamos un menú alejado de excesos?
Se puede, siempre que diseñemos un menú equilibrado y variado con productos frescos de temporada que incluya frutas, verduras, hortalizas y frutos secos, cocinados a ser posible a la plancha, vapor u horno, evitando salsas y guisos, ya que ayudan a realizar una digestión menos pesada y aumentan las defensas de nuestro organismo. Se pueden incluir en el postre o como guarnición del plato principal. También es importante evitar el exceso de azúcar. A nadie le amarga un dulce, ¡pero que sea uno! Hay que procurar no abusar de los postres navideños tradicionales, y recordar que pueden combinarse con fruta de temporada, como la naranja, que nos aporta vitamina C y tiene efecto saciante.
En estos días en los que las bebidas alcohólicas copan muchas mesas, ¿cómo gestionamos su consumo?
No hay que pasarse. Hay que procurar consumir alcohol de forma moderada y durante las comidas, ya que sólo aporta calorías vacías y puede dañar el sistema digestivo y nervioso a corto plazo. Sin olvidarse además de que una ingesta alta produce la indeseada resaca al día siguiente…Por ello, es fundamental hidratarse bebiendo agua. Facilita el tránsito intestinal y hace que disminuya la ansiedad por la comida. Es recomendable tomar entre 6-8 vasos diarios, o si se prefiere, tomar también zumos, infusiones o sopas naturales, que nos mantendrán hidratados.
Tampoco hay que bajar la guardia con la actividad física. ¿Qué tipo de ejercicios podrían servir de alternativa a la rutina habitual?
La rutina de actividad física diaria se ve alterada en estos días de celebración, pero existen recursos para aparcar el sedentarismo. ¿Que todavía no has comprado todos los regalos? Ponte tus zapatillas más cómodas, camina a ritmo por la ciudad, y si subes y bajas escaleras, mejor. Es un estupendo ejercicio aeróbico; además de quemar calorías y reducir la tensión sanguínea y el colesterol malo, ayuda a regular el intestino. Y para los más animados, patinaje sobre hielo o una marcha montañera para inaugurar el nuevo año.
Estas fechas se pueden convertir en una fuente de emociones intensas y de estrés organizativo. ¿Qué actividades nos pueden ayudar a mantener en equilibrio nuestro bienestar emocional?
Además de la nutrición y de la actividad física, no debemos descuidar nuestro bienestar personal. Para mantener en equilibrio nuestro bienestar emocional durante estas fechas, nada mejor que planificar de antemano cada evento, rodearnos de nuestras personas cercanas, charlar, reír, e incluso dar un paseo al aire libre con ellos. Todo ello nos ayudará a oxigenarnos y a rebajar la tensión arterial.
¿Y los hábitos del sueño?
También es importante mantener buenos hábitos de descanso. Durante las fiestas hay días en los que los horarios se ven alterados y la hora del sueño se retrasa. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dormir al menos 6 horas al día, siendo lo ideal 8 horas. Y si nos cuesta conciliar el sueño, podemos realizar ejercicios, meditación, técnicas de respiración o tomar un baño relajante.
