29/03/2017
Las escaleras manuales se han convertido desde hace muchos años en un elemento común en todos los lugares de trabajo, ya sea en talleres, oficinas, almacenes, comercios, etc. Al ser un elemento tan común, muchas veces no se le da la importancia que debería tener desde el punto de vista de la seguridad.
Previo a la utilización de una escalera de mano es conveniente valorar el tipo de trabajo que se va a realizar, los medios con los que contamos y los que realmente deberíamos utilizar para realizar la tarea con seguridad. Para trabajos que precisan esfuerzos y el uso de las dos manos, trabajos en intemperie con condiciones climáticas desfavorables, con visibilidad reducida u otros peligros, deben sustituirse las escaleras por otros medios tales como andamios, plataformas móviles, plataformas motorizadas, etc. Cuando se deba acceder frecuentemente a un lugar determinado, es mejor utilizar una escala o una escalera fija.
Las escaleras de mano deberían ser conforme con la norma EN 131-1, 3 y 4:2007; EN 131-2: 1994, Taburetes EN 14183:2004, que proporciona los tipos, tamaños, requisitos, ensayos y marcado de las escaleras de mano, así como los ensayos a los que han de someterse. No se debe utilizar escaleras que no sean conformes a estas normas.
Las causas más habituales que provocan accidentes cuando se utilizan escaleras manuales son:
Deslizamiento de la escalera por apoyo precario, suelo en pendiente, viento, etc.
Pérdida de equilibrio por resbalones o gestos bruscos al manejar cargas pesadas o herramientas.
Rotura de elementos de la escalera (cadena de seguridad, peldaños, etc.).
La utilización y el mantenimiento adecuados de las escaleras manuales conseguirán evitar la mayoría de accidentes. A continuación se indican unas normas básicas:
Las escaleras de mano deberán utilizarse de la forma y con las limitaciones establecidas por la empresa fabricante. Deben tener indicaciones de utilización.
Antes de utilizar una escalera de mano deberá asegurarse su estabilidad. Deberemos comprobar que la base de la escalera queda sólidamente asentada. En ningún caso se colocará sobre elementos inestables o móviles, como cajas, taburetes, para ganar altura. La escalera siempre debe apoyarse sobre sus largueros y nunca en el peldaño inferior.
Si la superficie sobre la que se apoya la escalera es muy lisa o resbaladiza, la escalera deberá disponer de elementos que impidan su deslizamiento: zapatas antideslizantes, abrazaderas o ganchos que permitan fijarla al punto de apoyo superior.
Para trabajar sobre un suelo inclinado o con desniveles, se deben utilizar escaleras provistas de zapatas ajustables en altura, de manera que los travesaños queden en posición horizontal.
Las escaleras de mano simples deben colocarse con una inclinación aproximada de 15 grados con la vertical (la separación del punto de apoyo será la cuarta parte de la longitud de la escalera). En otras palabras: una escalera de 8 m debe colocarse de manera que sus pies estén a 2 m de la pared donde se apoya.
Cuando se emplee una escalera para acceder a lugares elevados, como techos o plataformas, sus largueros deben sobrepasar al menos 1 m los puntos superiores de apoyo. La parte superior de la escalera nunca se debe apoyar sobre tuberías, cables o elementos poco resistentes, ni tampoco cerca de conductores eléctricos.
Antes de acceder a la escalera, es preciso asegurarse de que tanto la suela de los zapatos como los peldaños están limpios, en especial de grasa, de aceite o de otras sustancias resbaladizas.
Si la escalera se tiene que utilizar en lugares de paso de personas o de vehículos, habrá que protegerla de golpes. Es muy peligroso colocar una escalera frente a una puerta sin señalizar su presencia y trabar la puerta para prohibir el paso. Debe impedirse el paso de personas por debajo de la escalera.
En los trabajos eléctricos o en la proximidad de instalaciones eléctricas, deben utilizarse escaleras aislantes, con el aislamiento eléctrico adecuado (escaleras de fibra de vidrio aisladas).
En el caso de Taburetes sin peldaños: Se debe respetar la carga máxima, la superficie de apoyo debe ser antideslizante y mantenerse limpia y sin desgaste. Cuando soportan carga, deben permanecen fijos e inamovibles sobre el suelo.
En cuanto a su utilización:
El ascenso y el descenso se efectuarán siempre de frente a la escalera, con las manos libres, permitiendo un firme agarre, y agarrándose con ellas a los peldaños o a los largueros. El trabajo en la escalera también debe realizarse de frente a ella.
La parte superior de la escalera debe quedar aproximadamente a la altura de su cintura, para poder sujetarse con facilidad en caso necesario. En la práctica ello representa dejar siempre libres los últimos dos o tres escalones, dependiendo del tipo de escalera.
La escalera nunca deberá ser utilizada, a la vez, por más de una persona.
Si los pies están a más de dos metros del suelo, utilice cinturón de seguridad anclado a un punto sólido y resistente, nunca en la propia escalera.
En una escalera no se debe subir, bajar ni manipular cargas que, por su peso o dimensiones, puedan comprometer la seguridad del trabajador o trabajadora.
Muchas caídas suceden porque las y los trabajadores que están subidos en la escalera tratan de alcanzar objetos.
Mantenga los dos pies siempre apoyados en la escalera, no intente alcanzar puntos alejados de ella y, siempre que sea posible, sujétese a la escalera con una mano.
Nunca se debe mover una escalera manual estando una persona sobre ella.
En los trabajos eléctricos o en la proximidad de instalaciones eléctricas, deben utilizarse escaleras aislantes, con el aislamiento eléctrico adecuado (escaleras de fibra de vidrio aisladas). En los trabajos con escaleras extensibles, hay que asegurarse de que las abrazaderas sujetan firmemente. En los trabajos con escaleras de tijera, el tensor ha de estar siempre completamente extendido.