28/04/2017
Desarrollando habilidades
El futbol sala es un deporte muy practicado entre nosotros y cuenta con bastantes equipos vascos en divisiones importantes y obteniendo buenos resultados, tanto en masculino como femenino y en las diferentes categorías. Además, es una modalidad extendida para disfrutar de un momento agradable con los amigos-as y ejerciendo una divertida práctica deportiva en el tiempo libre. Muchas pistas y polideportivos se llenan en los momentos de ocio con partidos (oficiales y amistosos) que sirven para mejorar la forma física y liberar tensiones siempre que el deporte se entienda como se debe. Uno de los beneficios del fútbol sala es que es una especialidad que ayuda a pensar de modo rápido ya que es un deporte muy dinámico. El fútbol sala ayuda a crear espacios y en el aspecto de tomar decisiones en poco tiempo, además de brindar posibilidades de improvisación y de desarrollo de habilidades motoras a cada practicante, proporcionándole ampliar la agilidad mental a la hora de elegir una jugada, pase, disparo o defensa. Y todo porque es más veloz que otros deportes ya que se juega en un espacio reducido en el que el incesante cambio de posición, postura y movilidad hace del que lo practica una persona que gana en capacidades físico-mentales. El balón se domina con las extremidades en teoría más torpes de nuestro organismo y, a su vez, se da cumplida respuesta a un compañero de equipo o contrarresta las intervenciones e intenciones del contrario, lo que hace que el jugador-a asuma responsabilidades ante el colectivo. Esto lleva a lograr una compenetración de solidaridad y colectivismo para el logro de un objetivo común: la victoria del equipo, aunque la diversión siempre es la que debe predominar. El fútbol sala, en muchos lugares, es un estilo de vida y está muy arraigado como por ejemplo en el País Vasco con sus decenas de clubes existentes y torneos que se organizan. Controlado de manera correcta y con una adecuada preparación, este deporte puede aportar grandes beneficios a los niños y a las niñas. El fútbol sala es una versión del fútbol, siendo además una de las modalidades más seguidas. Además del espectáculo en sí ya sea por su velocidad o técnica, existe la posibilidad de que jugadores y jugadoras que destaquen en el fútbol sala en nuestras pistas puedan tener una carrera su salto al fútbol once. Y es que el fútbol sala ayuda mucho para poder pensar de manera rápida y efectiva en el fútbol actual. Esta modalidad, además, incrementa la potencia muscular de las piernas, oxigena la sangre, mejora la capacidad cardiovascular, estimula la velocidad de reacción, la coordinación motora y la visión periférica, aumenta la potencia del salto, sube los niveles de testosterona y sociabiliza y enseña a trabajar en equipo.
Los niños y niñas pueden comenzar a jugar al fútbol sala -equipos de cinco jugadores-as- desde que empiezan la Educación Primaria a la edad de seis años. Hay jóvenes que deciden practicar fútbol y fútbol sala a la vez hasta que, al ir subiendo de nivel, deben elegir entre uno u otro. Si ha compatibilizado las dos modalidades desde muy pequeño, se adquieren los beneficios de ambos deportes. Por un lado, al ser el campo más pequeño en el fútbol sala, los niños y niñas tienen que regatear en un espacio más complicado por su menor dimensión, desarrollando una habilidad que les vendrá como anillo al dedo si deciden elegir el fútbol. Si se empieza desde muy pequeño aprenden muy pronto las nociones básicas del fútbol sala, por lo que si deciden dar el salto al fútbol destacarán sobre los demás por una buena técnica. Al tratarse de un deporte de equipo, se aprenden valores como el compañerismo, el respeto al rival y la solidaridad, unas virtudes que ayudan a ser mejores personas en el futuro. Todos los deportes son una fuente positiva tanto de salud como de aprendizaje y comportamiento en la infancia. Y el fútbol sala proyecta las habilidades de los más pequeños en esta actividad física completa y gratificante.